Sin embargo,
las flores removían unos sentimientos que llevaba más de un mes reprimiendo. No
podía recordar la última vez que Bill me regaló flores. El mensaje era muy corto
y simple, pero me conmovía y recordaba al Bill con el que había empezado a
salir diez años atrás. El
Bill que era encantadoramente atento y sabía
alegrarme el día con una palabra o gesto amable.
Justo lo que
necesitaba en aquel momento…
Durante las tres
horas siguientes mi teléfono sonó una vez cada veinte minutos, y siempre
aparecía el número de Tom en la pantalla. A veces eran llamadas seguidas. Tom
debía de estar en el trabajo, ¿cómo podía tener tiempo para llamarme sin parar?
Poco después de
las cuatro llamaron al timbre. Me acerqué con cautela a la puerta y miré por la
mirilla. Vi a un hombre con un portafolios y un paquete.
Abrí la puerta.
—Tengo un
paquete para (Tu) Smith.
—Soy yo.
El hombre me
entregó la pequeña caja.
—Firme aquí,
por favor.
Firmé y me
llevé el paquete al salón. Al abrirlo ahogué un grito de asombro. Dentro había
un collar y una nota.
"Te quiero, Hermosa."
¿Cómo había
podido enviarme aquel regalo en el tiempo transcurrido desde que me fui de su
casa? Seguramente debió de llamar a la joyería donde había comprado los
pendientes, ya que el collar hacía juego con ellos.
No llevaba ni
cuatro horas en casa y Tom ya me estaba poniendo de los nervios. ¿Qué haría
cuando llegara a casa y viera la nota?
De repente me
arrepentí de haberla escrito. La reacción de Tom podía ser impredecible.
Llamé a Maria,
pero no respondió al teléfono ni al móvil. Le dejé un mensaje diciéndole que me
llamara en cuanto pudiera.
—¿Qué pasa? —me preguntó al llamarme una hora después.
Le conté que Tom
me había estado llamando sin parar y que me había enviado un collar que, en vez
de derretirme como le habría pasado a cualquier otra mujer, sólo había servido
para alejarme aún más de él.
—¿Qué puedo
hacer, Maria? Si me quedo con el collar, pensará que…
—No importa lo
que él piense. No se te ocurra llamarlo, porque eso es lo que él quiere. Tienes
que cortar de una vez por todas.
En ese momento
llamaron con fuertes golpes a la puerta.
El corazón casi
se me salió del pecho.
¿Tom?
—Maria, alguien
está aporreando la puerta. Seguro que es Tom
—Me quedaré al
teléfono.
Más golpes. El
teléfono de la cocina no era inalámbrico y lo bajé lentamente hasta dejarlo
colgando junto al suelo. Entonces fui a la puerta, con el corazón en un puño, y
abrí.
Tom estaba en
el umbral con expresión alterada.
—Me has dejado
—dijo—. Dijiste que nunca me abandonarías y me has dejado.
No supe qué
responder. Lo único que sabía era que estaba muerta de miedo.
Tom entró en
casa sin ser invitado y miró a su alrededor con desconfianza, como si esperara
ver a alguien más.
Mis nervios
aumentaron.
—Creía que me
querías —dijo él.
—Tom, tengo que
solucionar el tema de mi matrimonio. No puedo… mantener una aventura para
siempre.
—¿Una aventura?
¿Es así como lo llamas?
—Es la
definición aceptada por todo el mundo.
—¿Y qué más da
cómo lo llame todo el mundo? Nos hemos encontrado el uno al otro. Tenemos algo
especial. Me da igual que estés casada —de repente pareció entender algo—. Tu
marido… Te está amenazando. ¿Qué va a hacer… dejarte sin un centavo?
—No, eso no.
—Tengo dinero, hermosa.
Podemos comprar una casa en cualquier otro sitio. En Miami, por ejemplo. O
mudarnos a otro estado. Si lo que quieres es escapar de tu marido…
—Basta, por
favor. Tom, sabes que no me siento bien.
—Lo sé. Estaba
muy preocupado por ti. Te he llamado una y otra vez, pero no respondías. Fui a
casa a cuidar de ti en cuanto tuve el descanso para comer, pero habías
desaparecido y sólo me encontré con tu nota —hizo una pausa—. Quería venir enseguida, pero tenía que volver al rodaje. De modo
que llamé a la joyería para que te enviaran el collar. Quería demostrarte lo
mucho que significas para mí. Tenía la esperanza de que al verlo volvieras a
casa —respiró profundamente—. No quiero que sigas viniendo aquí. ¿No te das
cuenta de que tu marido puede ponerse furioso cuando descubra que llevas un
hijo mío?
—Tom, no creo
que esté embarazada —dije, aunque no del todo convencida.
—He comprado
una prueba de embarazo. Puedes hacerla ahora y así estaremos seguros.
—No —no quería
hacerme una prueba de embarazo con Tom cerca. Algo me decía que si el resultado
era negativo se volvería aún más exigente para que me fuese a vivir con él.
Y yo lo que
necesitaba era tiempo. Tiempo para decidir lo que haría… si estuviera
embarazada.
—¿Por qué no?
—preguntó él.
—Acabo de
imprimir unos carteles con la foto de Tokio y…
—¡El Gato!,
siempre el maldito gato! ¡Olvídalo de una vez!
—No, no voy a
olvidarme de mi gato.
—¿Estás
pensando en matar a mi hijo, verdad?
—No estoy
embarazada. Estoy completamente segura —tenía que conseguir que Tom se lo
creyera, porque de lo contrario nunca me dejaría en paz.
—Ven a casa
conmigo.
—No —me negué
con demasiada rapidez—. Quiero… quiero tener tiempo para pensar. Necesito decidir
lo que voy a hacer… con mi matrimonio.
—Quieres decir
pensar la manera de decirle a tu marido que vas a divorciarte.
Lo miré
fijamente a los ojos y supe que no podía decirle lo contrario. Tenía que
hacerle creer que aún formaba parte de su vida.
—Sí —mentí.
Mi respuesta
pareció tranquilizarle, lo que me demostró que mis sospechas no eran
infundadas.
—A veces siento
que te estás apartando de mí. Te he dicho muchas veces que te quiero, pero tú
nunca me lo dices.
Tampoco en esa
ocasión dije nada.
Una sombra de
duda cruzó los ojos de Tom.
—Me estás
mintiendo —dijo de repente—. No necesitas tiempo. ¡Te sigues acostando con tu
marido!
—No.
—¿Es su hijo el
que llevas dentro, hermosa?
En vez de
responder, le hice otra pregunta.
—¿Por qué te comportas así? Te has transformado en
alguien que no conozco, Tom. Alguien posesivo, celoso… Alguien que me da miedo.
No había
pretendido decir lo último, y nada más decirlo supe que me había equivocado. El
rostro de Tom se contrajo en una mueca de furia asesina.
—Te dije que
nunca te haría daño —murmuró. De repente golpeó el jarrón del vestíbulo… con
las rosas que me había regalado… y el cristal se hizo añicos contra el suelo.
Grité de
pánico, pero al momento siguiente Tom me había agarrado por el cuello y apretaba
con fuerza.
—Pero eso era
cuando creía que nunca me traicionarías… ¡Puta!
—Tom —apenas
podía hablar porque me estaba apretando la laringe—. Me haces daño…
Él no me soltó.
—To-om…
—Mira lo que me
obligas a hacer —me soltó bruscamente—. Me estás volviendo loco.
Me llevé la
mano al cuello, llorando de dolor y horror.
—Lo único que
he hecho ha sido amarte —prosiguió él—. Haría lo que fuera con tal de hacerte
feliz, hermosa. ¡Lo que fuera!
—No te he
traicionado —murmuré con una voz casi inaudible, trabada por el dolor y la
conmoción.
—Entonces
cásate conmigo.
No podía creer
lo que estaba oyendo.
—Primero me
llamas puta… ¿y luego quieres casarte conmigo?
—Aunque no
estés embarazada. ¿Para qué esperar? —Tom hablaba como si no acabara de perder
la cabeza—. Mis padres se casaron a las tres semanas de conocerse. Y se amaron
hasta el día que murieron.
No dije nada.
—¿Tú me
quieres, (Tu)?
Abrí la boca,
pero no pude hablar. No podía decirle lo que él quería oír.
Tom me golpeó
con el dorso de la mano y caí al suelo con un grito de dolor.
—Lo de tu
violación era mentira, ¿verdad? Seguro que te has acostado con cientos de
hombres y que todos ellos se han corrido dentro de ti. ¿Les decías a todos lo
mismo que a mí? ¿Que nadie te había hecho sentir nunca nada igual? —sus
resoplidos eran cada vez más enardecidos—. Eres repugnante. Me das asco. Te
acostaste conmigo sin amarme. Eres una puta. ¡Eres una puta asquerosa!
No podía dejar
de llorar. ¿Quién era aquel hombre? ¿En qué clase de ser abominable se había
transformado?
Recordé que Maria estaba al teléfono. O al menos eso
esperaba.
—¡Vete de aquí!
—grité, confiando en que Maria me oyera—. ¡No se te ocurra volver a tocarme!
Agarré una
esquirla del jarrón roto. Me corté la piel, pero lo aferré con todas mis
fuerzas. Lo usaría como arma si era necesario.
—¡Vete!
Él no se movió.
—No eres digna
de llevar a mi hijo.
Temí que fuera
a golpearme de nuevo, o peor, que me diese una patada estando tirada en el
suelo. Instintivamente me llevé una mano a la barriga.
Pero Tom se
dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta. La abrió y me miró con una
diabólica sonrisa.
—Espero que
encuentres a tu gato, hermosa.
Un momento
después se había marchado.
Llorando, corrí
hacia la puerta y la cerré con llave. Miré por la ventana y vi el coche de Tom
alejándose por la calle.
El cuello me
dolía y la cara me escocía. Fui a la cocina y me senté en el suelo, junto al
auricular que colgaba de la pared.
—¡Maria!
¿Sigues ahí?
Al otro lado de
la línea sólo se oía un pitido constante.
No logré reunir
las fuerzas necesarias para levantarme y me quedé en el suelo, llorando en
silencio con la espalda pegada a la pared.
¿Qué le había
pasado a Tom? ¿Cómo había pasado de estar loco por mí a odiarme a muerte? Yo
nunca le había prometido nada. Pero aunque sintiera que me había aprovechado de
él, le bastaría con apartarse de mí para siempre. Muchos hombres despechados
proferían los insultos más ofensivos posibles y se largaban.
No les pegaban.
Ni mataban a su
gato.
—Tokio…
El estómago se me revolvió y apenas tuve
tiempo de llegar al fregadero antes de vomitar.
Chicas!! un millón, no, un TRILLON
de gracias por los comentarios, de verdad los pareció muchísimo, casi no
actualizo, tengo un montón de trabajos que hacer y exámenes para los que
estudiar, que por poco saco tiempo para comer, es horrible! pero bueno lo
importante es que ya he actualizado, espero disfruten mucho este capítulo, y también
espero la misma cantidad de comentarios, o mas jaja, ya cada vez mas cerca del
final!! en el próximo capitulo contesto a sus comentarios, sobre todo la chica
que esta indecisa sobre escribir una historia, te adelanto esto, Escribe algo
que a ti te guste, no escribas para gustar, si gusta lo que haces, perfecto
pero tienes que estar enamorada de tus ideas y de lo que escribes, yo amo mis
historias jaja, bueno saben que cualquier duda sobre la historia o sobre mi
pueden preguntarme, cuando salga de exámenes tratare de contestar comentarios,
me despido Os quiero mucho, deséenme suerte en mis exámenes de contabilidad,
tributaria y seguridad industrial =$ , no es tan malo como se lee pero va, me
gusta el drama jaja Nos leemos cuídense!...
Mika definitivamentee escribes de lujoo!! Enserioo yo amo tus fics son tan originales y cada vez me sorprende como ahora Tom .. Ahora odia(tn) y estoy segura q el tuvo q ver con la desaparicion de Tokio.. Y Maria q pasoo seguro q esta en camino a la casa de su amiga..
ResponderEliminarSiguelaa prontoo.. Mucha suerte en rus examenes :D cuidatee siguela ni bien puedas. Bye cuidate :D
Oh, por Dios :O *muere*. ¡Tom ya me dió miedo! :c
ResponderEliminar¡Tienes que seguirla pronto! :c Me dejas con la duda y bueno.. ¡Se siente feo! xd Ay, ahora sí se puso bueno la cosa. Ojalá (Name) se quede con Bill y maten a Tom :s, okno sadsdsds.
Saludos!
Escribes de put* madre! :B♥
Estuvo más largo??? Wooo Estoy anonadada, Me encantó el capítulo :D Tom la odia? María le colgo? Qué hará tom? Ya no la ama? ya no la molestara? DIOS MIO Sigueeeee. no quiero que llegue el final, es como un libro, cada que se acerca el final tratas de no leer, por que no quieres que termine ..... Al leer este capítulo me daba miedo bajar el cursor y darme cuenta de que estabas agradeciendo por los comentarios, Yo comento por gusto :DDDDDD ........ AHHHHHHHHH Bill, en donde estás? sakjdfasf Te darás cuenta de que están maltratando a tu esposa? sahdsjahfnadshughvfcjvugjbfjdhgvn Me emocionaaaaa .......... SUERTE EN TUS EXÁMENES, llevo las mismas materias que tú y se me hace pesadito, ahora entiendo por que no publicas tanto :/ ..... skjfckdsf
ResponderEliminarP.D. Si algún día llegas a hacer una novela, me gustaría que me tomaras en cuena para un personaje :D FIN
Chauuu :D
Hola! Orale Tom ya me dejo pasmada, y Bill donde esta me hace falta que no este pero bueno veremos que pasa.
ResponderEliminarMuchas gracias por el consejo enserio, lo necesitaba ^^ sabes quisiera saber si puedo publicar tu historia en mi pagina de Facebook claro sino te molesta.
Suerte en todo! Pase lo que pase todo estara bien ^^.
Asi algo mas Eres una escritora realmente impresionante enserio me encanto espero la sigas pronto aunque me duela que termine, por cierto me llamo Andie "la chica indesisa de escribir una historia" jajajjaa bueno bueno bueno!!!
Siguela me encanto cualquier cosa te mando un tweet aqui dejo mi twitter @tokiohotelbtk
Saludes, te cuidas y muchas gracias por el consejo ;-) lo mantengo presente.