Tom sonrió
triunfalmente cuando me abrió la puerta de su casa. Al principio no supe por
qué su actitud me irritaba tanto, pero enseguida lo descubrí. Por teléfono se
había puesto muy furioso, pero ahora volvía a estar tan alegre como unas
castañuelas. Era como si estuviese jugando a un retorcido juego conmigo. ¿Podía
conseguir que hiciera siempre lo que él quisiera, cuando él quisiera y como él
quisiera?
«Has cambiado».
Tom había dicho
que había tenido un mal día, pero no pareció estresado en absoluto cuando me
abrazó y me rozó el cuello con la nariz. Era imposible que ese «estrés» se
hubiera evaporado por completo al verme.
—Hermosa —me
acarició la cara al apartarse y también le acarició la cabeza a Onyx, que
estaba acurrucada en mis brazos—. Voy a prepararte una cena deliciosa. ¿Qué te
apetece?
—Los ojos le brillaron de picardía—. O también podríamos volver a
Denny’s…
Pasé junto a él
sin decir nada.
—¿Y si hacemos una pizza? —Sugirió Tom—. A mis padres les
encantaba hacer pizza juntos.
No quería estar
allí. Quería estar en mi casa, sola, lamentándome por Tokio sin que nadie me
molestara.
—No quiero
pizza —le dije a Tom cuando él se colocó delante de mí.
—¿Entonces?
Pide lo que quieras y lo tendrás.
«Qué
encantador», pensé con amargura.
Me llevó al
sofá y me quitó el bolso antes de sentarme.
—Te traeré un
poco de Prosecco.
Cerré los ojos
e intenté concentrarme en el cálido cuerpecito de Onyx. Era lo único que me
proporcionaba consuelo.
Tom volvió
menos de un minuto después con una copa.
—Bebe.
Acepté la copa
y tomé un pequeño sorbo, sin ganas.
—He traído
algunas películas —dijo él—. No sabía qué querrías ver, así que he alquilado
una comedia, un drama y una de terror.
Al parecer
había planeado toda la velada por su cuenta, pero yo no quería formar parte de
ello.
—¿Por qué estoy
aquí? —le pregunté.
Mi pregunta
pareció confundirlo.
—Porque te
quiero.
—Me dijiste que
estabas muy agobiado y que me necesitabas.
—Ahora que
estás aquí ya no lo estoy.
—Seguro que
tampoco lo estabas cuando me llamaste —le dije, mirándolo fijamente—. Sólo
querías que viniera para… ¿Más sexo?
Tom apretó
severamente los labios.
—Quería que
vinieras porque te quiero. Porque tú eres mi familia. Tiger y tú.
—Se llama Onyx.
Tom hizo una
mueca.
—Ya lo hablamos
ayer y decidimos que Tiger era un nombre más apropiado.
—Lo decidiste
tú.
—¿Estás molesta
por eso, hermosa? —preguntó él en tono jocoso—. ¿Por el nombre de un gato?
Para rematar el
desprecio que mostraba hacia mis sentimientos, tuvo el descaro de echarse a
reír. No pude soportarlo más. Dejé la copa en la mesita y me levanté.
—Me marcho.
Su expresión se
oscureció.
—¿Qué?
—Me voy a casa.
Me dirigí hacia
la puerta, pero Tom llegó antes de que pudiera alcanzarla y me impidió abrirla.
—Apártate de mi
camino —le dije.
—¿Quieres
marcharte porque te has enfadado por lo del gato? —me preguntó con incredulidad
y enojo.
Que se enojara
todo lo que quisiera, pero yo no iba a quedarme prisionera en su casa, sin
poder salir a la calle a menos que él me diera permiso.
—Me marcho
porque no estoy de humor para estar aquí contigo —no tenía por qué darle más
explicaciones.
La mano de Tom voló
desde la puerta a mi cuello sin darme tiempo a reaccionar. Ahogué un grito de
pánico al sentir la presión que empezaba a ejercer.
—¿A quién vas a
ver?
—A nadie.
—¿A tu marido?
Apretó aún más.
—No.
—Yo soy el
único hombre que jamás te haría daño y que nunca te ha traicionado. ¿Y sin
embargo quieres dejarme para volver con la escoria que te rompió el corazón?
Intenté
liberarme, pero Tom me agarraba con demasiada fuerza.
—¡Suéltame, Tom!
¡Me haces daño!
Tom pareció
darse cuenta de lo que estaba haciendo y me soltó, pero no se apartó.
—¿Lo de tu
violación fue mentira, (Tu)?
—¿Qué?
—¿Me mentiste
cuando me contaste que tu novio te violó?
—¡No! Claro que
no —no me creía lo que estaba oyendo—. ¿Cómo puedes preguntarme eso?
—¿Me has
mentido alguna vez, (Tu)? —su mirada era tan fría que me provocó un escalofrío.
—¿Sólo por
querer irme a casa crees que te he mentido en algo?
—¿Me has
mentido? —gritó, tan fuerte que retrocedí rápidamente—. ¿Me has mentido?
—¡No! —le
respondí, gritando también.
—¿No te
acuestas con tu marido cuando no estás conmigo?
—¡No!
—¿Seguro?
—Sí —solté el aire temblorosamente y finalmente lo
comprendí—. ¿Por qué no me preguntas lo que quieres saber exactamente? Creo que
la noche que íbamos a salir con Maria fuiste a mi casa y viste el coche de mi
esposo aparcado en la puerta. Él sólo fue porque quería hablar conmigo, Tom,
pero yo lo eché.
Tom me miró
fijamente.
—No te creo.
—Cree lo que
quieras.
Quería salir de
allí, pero Tom me había quitado el bolso al entrar y seguramente lo había
dejado en la cocina. Sin decir nada, fui allí y lo vi en la encimera. Lo agarré
y volví a la puerta.
—Vas a
marcharte —dijo él, como si no pudiera creérselo.
—Sí. Hablaremos
en otro momento. Ahora no estoy de humor.
Tom se encogió
de hombros, como si aceptara mi decisión. Abrí la puerta y bajé rápidamente la
escalera. Pero al llegar a mi coche no encontré las llaves en el bolso.
—¿Qué
demonios…? —no podía haberlas perdido. Las había dejado caer en el bolso al
salir del coche. Estaba completamente segura.
A menos que…
Saludos!! de nuevo yo por acá con otro capítulo corto para adelantarles más al final de la historia! lo sé soy mala! bueno chicas gracias por los comentarios de verdad los aprecio mucho, me motivan a continuar escribiendo, a la chica que me sigue en twitter ya te sigo! y a las que quieran seguirme este es mi twitter @OtraFran, allí pueden mencionarme y regañarme por tardarme tanto en publicar, preguntas sobre la historia y lo que quieran saber jaja! también a un ladito esta mi Ask para las que quieran dejarme alguna pregunta! Bueno espero que disfruten el capitulo tanto como yo escribiéndolo! nos leemos pronto! Os quiero, cuídense!
Awww estoy segura q Tom quito las llaves . Espero q para el final aparesca Tokioo..
ResponderEliminarSiguelaa prontoo..
Yo vusque tu twitter y nunca te encontree :/ lo intentare otra vez :D ..
Amo tu fic.. No quiero q termine :$
Bye cuidate :D
Ay, Tom ya me dió miedo :c. Es un maldito lunático! Él fue el de las llaves; y del gato; y de todo lo que ha comenzando a suceder de manera extraña e.e.
ResponderEliminarSube pronto! DD: No me dejes con la intriga u.u
Oh! Y ahorita voy a seguirte c: , para regañarte por no subir capítulos ¬¬. Ahh, te creas! xdd
Saludos! c:
ay por dios recontra enfermo...
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