Como una infidelidad, conllevo a otra, y con esto... llegar a la obsesión!...

lunes, 22 de julio de 2013

Capitulo 41



Al día siguiente me sentía aún mejor, sabiendo que tenía otras veinticuatro horas hasta que Tom volviera a la ciudad. Pensé en volver a la comisaría y decirle a la agente de policía con la que había hablado que Tom era un hombre muy peligroso y que estaba asustada. No sólo lo pensé, sino que me subí al coche y conduje hasta allí. Pero al llegar seguí sin detenerme y di media vuelta para regresar a casa.

No quería que me acusaran de haber obstruido una investigación policial.

Una vez en casa, llamé a Maria desde el móvil y le conté la velada que había pasado con Bill.

—Oh, cariño, es genial…

—Creo que vamos a solucionar las cosas —le dije—. Hemos dejado toda la porquería atrás.

—¿Le has dicho algo del… bebé?

Suspiré.

—No pude hacerlo, Maria, Ya sé que debería hacerlo, pero estamos intentando arreglar lo nuestro y…

—He estado pensando en tu embarazo.

—¿Y?

—¿Cómo sabes que el bebé no es de Bill? ¿No pudiste quedarte embarazada antes de que nos fuéramos a las Bahamas?

—Mi periodo me vino poco antes de marcharnos, aunque recuerdo que fue muy escasa. Nada más volver Bill me contó su infidelidad y no volvimos a tener sexo.

—He oído historias sobre mujeres que tienen la regla hasta que dan a luz. Tienes que hacerte una ecografía y ver de cuánto tiempo es el embarazo.

Nada me gustaría más que el bebé fuese de Bill, pero era una posibilidad muy remota.

—Sea como sea, tienes que saberlo —insistió Maria.

—Llamaré a mi médico ahora mismo.

El teléfono de casa sonó antes de que pudiera hacer la llamada. Era Bill, llamándome desde el hotel, de modo que levanté el auricular.

—Buenos días, Bill.

—Buenos días, cariño. He estado pensando en ti toda la noche, ¿sabes?

—¿Y eso es bueno?

—Es estupendo. Me muero por volver a verte.

El corazón me dio un vuelco de emoción.

—Yo también —dije, sonriendo.

—¿Qué te parece esta noche? Mañana por la mañana no tengo que trabajar.

—¿Y ahora?

—Sabes que los viernes no trabajo.

—Oh, es verdad —dije, fingiendo que lo había olvidado.

—Así que podríamos aprovechar esta noche… si quieres.

—Suena interesante —reí—. ¿Quieres que compre algún juego de mesa?

—Si te apetece… Aunque quizá acabemos jugando a otro tipo de juegos.

Volví a reírme.

—Cariño, tengo que colgar. Pero te llamaré más tarde, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

Colgué el teléfono sabiendo que tenía que pedir una cita con el médico. Necesitaba hacerme una prueba de embarazo profesional. Y luego hacerme una ecografía.

De repente me invadió un deseo abrumador por tener aquel bebé. Aunque fuera de Tom y supusiera el fin de mi matrimonio, no iba a considerar la opción del aborto.

Era una mujer adulta, madura y responsable. Si había concebido un hijo con Tom había sido fruto de la pasión irracional, pero no iba a abortar sólo porque fuese la opción más fácil. Si lo hiciera, nunca podría estar en paz conmigo misma.

Y si Bill decidía no perdonarme por quedarme embarazada de mi amante, que así fuera.

Pero lo primero era averiguar cuándo se había producido exactamente mi embarazo. Y a partir de ahí tomar las decisiones pertinentes.

Concerté una cita con el médico para aquella misma tarde y en su consulta se me confirmó lo que ya sabía. Estaba embarazada. Pero no podrían hacerme la ecografía hasta el final de la próxima semana. Me resigné a esperar para saber el momento exacto de la concepción.

Mientras conducía de vuelta a casa medité sobre el momento exacto para decírselo a Bill.
No quería mentirle, pero tampoco quería decirle nada hasta no saber con seguridad quién era el padre. Si era Bill, no tendría por qué saber que había dudado de su paternidad. Pero si era 

Tom…

Me obligué a no preocuparme antes de tiempo.

Vi el coche de Bill aparcado en el camino de entrada. Sólo eran las cuatro de la tarde, por lo que debía de haber salido temprano del trabajo para darme una sorpresa. Me sorprendí a mí misma sonriendo como una tonta. Aunque era una sonrisa agridulce, teniendo en cuenta el secreto que debía guardar durante toda
una semana, ignorando cuál sería el resultado.

Por delante quedaba mucho trabajo y esfuerzo, pero haría lo que hiciera falta por salvar mi matrimonio. No sería fácil, y habría momentos en los que querría tirar la toalla al recordar la traición. Si el bebé no era de Bill, quizá él no se viera capaz de superarlo. Pero yo confiaba en que juntos podríamos vencer todos los obstáculos.

Aparqué junto al coche de Bill y corrí hacia la puerta con el corazón desbocado. Era maravilloso sentir la emoción que me embargaba ante la idea de volver a ver a mi marido.

—¡Bill! —lo llamé al entrar—. Cariño, ya estoy en casa.

Eran las mismas palabras que tantas y tantas veces había pronunciado a lo largo de los años, pero que de nuevo tenían un significado especial.

Aquel día significaban un nuevo comienzo.

Bill no respondió. Entré en el salón y lo vi sentado en el sofá.

—Cariño… —me detuve en seco al ver la expresión de su cara.

Parecía que alguien hubiese muerto.

Corrí hacia él.

—Bill —me senté junto a él y tomé su rostro entre mis manos. Nunca lo había visto tan… conmocionado—. ¿Qué ocurre, cariño?

Él apartó la cabeza y me dio la espalda.

—Bill… —le puse una mano en el hombro.

—Creía que querías volver conmigo.

—Claro que sí. Lo hablamos anoche.

Él guardó un breve silencio.

—Ya sé que lo fastidié todo. Pero esperaba que… No sé. Quizá haya sido un estúpido.

—¿De qué estás hablando? Anoche tuvimos una conversación muy bonita. ¿Qué ha cambiado?

Bill volvió a mirarme. Tenía los ojos llenos de lágrimas.

—¿Estás enamorada del tipo con el que tuviste tu aventura?

¿De dónde sacaba aquella idea?

—No.

—¿Estás segura?

Las preguntas de Bill me recordaban las disparatadas acusaciones de Tom. No podía soportar sus dudas. No después de lo que él había hecho y de habernos propuesto empezar de nuevo.

—¿Cuál es el problema? —le pregunté, perdiendo la paciencia—. ¿No soportas que me haya acostado con otro hombre? Fue idea tuya, ¿recuerdas? Tú querías que igualara la balanza para que ninguno pudiera reprocharle nada al otro.


—¿Quieres volver conmigo o… sólo te interesa el dinero que heredé de mi padre? Porque si es eso lo que quieres…

Le di una bofetada. No podía creer que aquellas palabras salieran de su boca. Él sabía muy 
bien que nunca había querido su dinero.

—¿Cómo te atreves?

Bill agarró el mando a distancia del sofá y encendió la televisión.

—¿Qué haces? ¿Te vas a poner a ver un partido de fútbol?

Él no respondió y se limitó a encender también el reproductor de DVD.

—Muy bien —dije, levantándome—. Si es eso lo que quieres…

—Siéntate.

Su tono de voz me hizo obedecer sin rechistar.

—No entiendo nada, Bill…

Acababa de decirlo cuando oí los gemidos. Mis propios gemidos saliendo del televisor.

Oh, Dios…   








Chicas mil disculpas por la tardanza, pero ya acá esta el capitulo, espero lo disfruten mucho y espero les guste, ya no falta nada para el gran final! Espero lo disfruten y gracias por sus comentarios, nos leemos pronto! Os quiero cuídense!

6 comentarios:

  1. O.o Dios eso tiene q haber venido de Tom!!

    Te jurooo lo juroo q muero por saber como terminaraa esta historiaaa

    Ojala q el bb sea de Bill pero eso dependera el final..
    Siguelaa Mikaa porfaaa :D
    Cuidate bye

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    Respuestas
    1. Realmente faltaba a mi esposa cuando me dejó para otra persona. Yo estaba débil para cuidar de algunas situaciones y la dejé resbalar mis brazos. Tuve que hablar con mi compañero en la oficina que recientemente consiguió su marido. Ella me dijo que entrara en contacto con John Patience quien la ayudó a recuperar a su esposo con un hechizo de amor. Yo estaba muy seguro de esto porque John ha ayudado a mi pareja a recuperar su marido. Así que llamé a John Patience y le dije que perdí a mi amante y la quería de vuelta. Hde me animó y me dijo que fuera feliz. Él hizo lo suyo y me dijo que mi esposa estará de vuelta en 45 horas. Esperé por ese tiempo y mi esposa me llamó y me dijo que me había perdonado y listo para llevarme de vuelta en su vida. Desde entonces, mi esposa y yo hemos estado disfrutando de nuestro matrimonio con nuestros encantadores 4 niños. Estoy muy agradecido a John por lo que ha hecho por mí. Le aconsejo que le pida ayuda si tiene algún problema en su relación y algunos otros aspectos de la vida. Su correo electrónico es blessings434@gmail.com :)

      Eliminar
  2. ¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! ¡No, Bill! No dejes a (Tú): es solamente un truco de Tom. Seguramente el maldito inventó lo del atraso y se da cuenta de todo lo que hace y escucha las conversaciones de (Tú). Lo presiento e.e.
    ¡Ya no digas que falta poco para el final, porque me pongo triste! :c Escribirás otra, ¿cierto? :3 Ñee, como sea xd.

    Creo que en twitter ya te he dicho todo, pero como 14O caracteres no son suficientes, me vine a extender acá :3. ¡No quiero que acabe la historia! Pero bueno.
    ¡Nos vemos! Sube pronto.

    PD: Ojalá se muera Tom :B.

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  3. Hola! Aqui reportandome!! Enserio no, no porque? Tom hizo eso ya sabia que ellos se mirarian y le mando eso a Bill para que TN solo se quedara con el...

    Siguela nena! Me encanta! Pero no quiero que acabe en verdad no quiero que acabe pero no es decicion mia asi que...SIGUELA!!!

    Estoy de acuerdon con miss Slenderman...tom tiene todo planeado... XD

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  4. Oh Sí, esa fue jugada de Tom lo sé. Yo quiero que el bebé sea de Tom, pero que al final sea tanto el amor que Tiene Bill que la aceptará con un bebé que no es de él.
    :) Está genial........... Hermosos *-* casi chillo de felicidad cuando ví que estaba un capítulo nuevo.
    Aunque no quiero que terminé, sé que será un buen final :)
    Insisto no quiero que el bebé sea de Bill, pero que lo acepte como suyo xD ......

    No me hagas llorar, he llorado mucho en la semana por culpa de un libro :'(
    Saludos. Cuidate.

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  5. Realmente faltaba a mi esposa cuando me dejó para otra persona. Yo estaba débil para cuidar de algunas situaciones y la dejé resbalar mis brazos. Tuve que hablar con mi compañero en la oficina que recientemente consiguió su marido. Ella me dijo que entrara en contacto con John Patience quien la ayudó a recuperar a su esposo con un hechizo de amor. Yo estaba muy seguro de esto porque John ha ayudado a mi pareja a recuperar su marido. Así que llamé a John Patience y le dije que perdí a mi amante y la quería de vuelta. Hde me animó y me dijo que fuera feliz. Él hizo lo suyo y me dijo que mi esposa estará de vuelta en 45 horas. Esperé por ese tiempo y mi esposa me llamó y me dijo que me había perdonado y listo para llevarme de vuelta en su vida. Desde entonces, mi esposa y yo hemos estado disfrutando de nuestro matrimonio con nuestros encantadores 4 niños. Estoy muy agradecido a John por lo que ha hecho por mí. Le aconsejo que le pida ayuda si tiene algún problema en su relación y algunos otros aspectos de la vida. Su correo electrónico es blessings434@gmail.com :)

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