Como una infidelidad, conllevo a otra, y con esto... llegar a la obsesión!...

sábado, 14 de julio de 2012

Capitulo 12


Aquella noche estaba decidida a ir a casa de Tom y culminar mi venganza, pero al recordar sus últimas palabras me contuve. No quería follármelo por Bill. Mi esposo,  tal vez fuera la causa, pero no quería acostarme con Tom porque estuviera resentida. Quería hacerlo porque lo deseara.

Tal vez sólo estuviese ganando tiempo, pero mi decisión me parecía la más sensata. Tenía que esperar uno o dos días y comprobar si realmente quería acostarme con otro hombre.

No le conté a Maria lo que había pasado con Bill en los aseos del hotel. Sabía que no podría olvidarlo, pero cuanto más hablara de ello peor me sentiría.

Mi salud mental exigía que empezara a pensar en otra cosa.

O en otra persona.

En alguien como Tom, a quien le bastaba una mirada para hacerme sentir una mujer atractiva y deseable. El sábado por la mañana seguía furiosa, triste y confundida, pero no podía dejar de pensar en el tiempo que había pasado con Tom.

Estaba segura. Quería volver a verlo. Quería desnudarme para él y acabar lo que habíamos empezado. Y lo iba a hacer aquella noche.

Ni siquiera pensé en la posibilidad de que no estuviera en casa o que estuviese con otra mujer. Conduje hasta su apartamento esperando lo mejor.

 Quería que mi aspecto fuese irresistible, de modo que me puse una camiseta blanca y ajustada, con un escote en «V», y una falda a juego que había comprado en las Bahamas. Las dos prendas juntas podían pasar por un vestido, y mi propósito original había sido lucirlas para Bill y prender la chispa del deseo. Ahora, en cambio, las usaría para excitar a Tom.

No tuve ningún problema en encontrar su casa ni en acceder al complejo, pues no había verja ni guardia de seguridad.

—Edificio número nueve —murmuré, mirando alrededor. Había por lo menos diez edificios y todos parecían iguales, por lo que tardé un poco en dar con el apartamento de Tom.

Vi una luz encendida en el interior y confié en que estuviera en casa. Los tacones de mis sandalias blancas resonaban en el suelo de cemento mientras subía las escaleras. El calzado combinaba a la perfección con el resto de mi atuendo, ideal para estimular los bajos instintos, especialmente porque eran más de las diez de la noche y llevaba una falda tan ajustada que casi había necesitado un calzador.

Al llegar a su puerta levanté la mano, pero en vez de llamar posé los nudillos en la
madera y recapacité. Quería hacerlo. Estaba segura. Por eso estaba allí a esas horas. Pero ¿y si Tom no estaba en casa? O peor aún, ¿y si estaba con otra?

Tenía que arriesgarme. Respiré hondo y me dispuse a llamar, pero antes de poder hacerlo la puerta se abrió y apareció Tom.

Sus ojos se abrieron al verme, obviamente sorprendido. Pero no podía saber si era una sorpresa agradable.

Se limitó a mirarme sin decir nada. Desprendía un fuerte olor a colonia e iba vestido con unos vaqueros negros y una camiseta ceñida, también negra, como si se fuera de juerga a la ciudad.

Carraspeé antes de saludarlo.

—Hola.

—Hola —respondió él. Me recorrió el rostro con la mirada y luego la bajó hasta el escote—. No pensé que volvería a verte —dijo con un irresistible acento Alemán.

—Bueno, es que… he perdido mi brazalete y creo que se me cayó aquí la otra noche.

—Sí, lo encontré en el sofá —hizo una pausa—. ¿Por eso has venido? ¿A buscar tu brazalete?

Cambié el peso de un tacón a otro.

—Sí.

—Voy a traértelo —se dio la vuelta.

—Espera —lo agarré de la muñeca antes de que pudiera alejarse—. Ésa no es la única razón por la que he venido.

—¿No?

—No. He venido porque… te deseo. No he dejado de pensar en ti desde que me echaste la otra noche.

Tom esbozó una sonrisa.

—A menos, claro, que vayas a salir ahora.

—Iba a salir, pero ya que estás aquí… —su voz estaba cargada de insinuación—. Pasa.
Retrocedió y yo me moví con él, por estar aún agarrándolo de la muñeca.

—He comprado algo para la ocasión —dijo mientras me conducía al salón y me sentaba en el sofá.

—No sabías que iba a venir.

—Nunca hay que perder la esperanza.

Doblé una pierna sobre el sofá.

—¿Qué has comprado?

—Un vino italiano —él seguía de pie, pero sujetándome la mano. Era una sensación muy agradable—. Prosecco. ¿Lo has probado?
—No.

—Es un vino espumoso y ligeramente dulce. Perfecto para un día de calor —me recorrió la palma con el dedo—. O para una noche de calor.

Se llevó mi mano a la boca y me besó en el interior de la muñeca, lo que descubrí que me gustaba mucho. Después me soltó y fue a la cocina.

Me lamí los labios y contemplé cómo se movían sus omoplatos bajo la camiseta. Su cuerpo irradiaba una fuerza temible y poderosa, como un peligroso depredador.

Y yo iba a acostarme con él.

Mis nervios se mezclaban con una excitación cada vez mayor.

Tom volvió con dos copas y me ofreció una.

—Gracias —tomé un pequeño sorbo y distinguí un delicioso sabor a cítricos y melón—. Está exquisito.

Tom también bebió, sin apartar los ojos de mí. No se sentía incómodo por la situación, lo cual era otro rasgo que me gustaba de él.

—Lo siento, tendría que haber propuesto un brindis —se sentó a mi lado—. Por las nuevas experiencias.

—Por las nuevas experiencias —repetí, y los dos bebimos a la vez. Yo seguí bebiendo hasta vaciar la copa de un solo trago. No porque quisiera emborracharme… ya había aprendido la lección días antes… sino porque estaba lista para pasar a la acción.

Sin soltar la copa, me incliné rápidamente hacia delante y besé a Tom en la boca.

Él se puso rígido un instante, pero por sorpresa más que por rechazo. Al principio lo besé con tiento, pero poco a poco fui acuciándolo a que abriera los labios y se entregara a mí.

—Despacio —murmuró él, pero yo no escuchaba y seguí devorándolo con ansiedad—. Espera a que suelte la copa.

Me detuve y dejé que colocara su copa en la mesita. Hizo lo mismo con la mía, y antes de que pudiera volverse hacia mí yo estaba besándole la barbilla y recorriéndole el pecho con las manos.

—Déjame que primero te dé placer yo a ti —sugirió él.

—Ya me lo das —intenté desabrocharle el botón de los vaqueros—. Quiero sentirte dentro de mí… No he pensado en otra cosa desde la otra noche.

Mis labios volvieron a encontrar los suyos y de nuevo empecé a besarlo. En poco tiempo los dos estuvimos gimiendo y jadeando de placer. No fui capaz de desabrocharle el pantalón, así que posé la mano sobre el bulto que se adivinaba bajo la tela.

—Qué grande y qué dura… Me encanta —le susurré al oído.
Apenas lo había dicho cuando me encontré tumbada de espaldas. Tom había invertido nuestras posiciones rápido como una centella y ahora estaba colocado entre mis piernas, apretando su erección contra mi sexo.

—¿Quieres hacerlo a lo bestia? —me preguntó mientras me levantaba la camiseta y dejaba al descubierto mis pechos, desprovistos de sujetador.

—Sí…

Me cubrió los pechos desnudos con las manos y apretó sin la menor delicadeza. Los juntó y me mordió un pezón, provocándome una descarga de placer.

—¿Quieres que juegue con tus tetas? — me mordió el otro pezón.

Antes de poder responderle, se llenó la boca con mi pezón y empezó a succionar con tanta avidez que el dolor se mezclaba con el placer.

—Sí… —exclamé entre un jadeo y otro—. Así… así…

Quería que el sexo fuera salvaje y frenético, todo lo contrario a lo que había tenido con Bill. El 
sexo con mi esposo siempre había sido tranquilo, suave, delicado y cargado de amor.

Y sin embargo se había follado a otra.

Dejé de pensar en Bill cuando Tom empezó a succionarme el otro pezón con el mismo fervor que había devorado el primero.

—¿Te gusta?

—Sí… Sí… Pero lo que quiero es esto —deslicé una mano entre nuestros cuerpos y le apreté la entrepierna. Tampoco yo tuve cuidado a la hora de tocarlo, haciéndole saber que estaba lista para su implacable delirio.

Tom retiró los labios del pezón y me chupó y lamió frenéticamente la carne, como si quisiera dejarme su marca. El dolor no sólo no me desagradaba, sino que me estaba volviendo loca.

De repente se detuvo y se desabrochó rápidamente los pantalones. Yo me subí la falda hasta la cintura y me quité las bragas antes de posar otra vez el trasero en el sofá.

—No —dijo él—. Quítatelo todo. Quiero que estés desnuda.

Su orden me excitó aún más, si tal cosa era posible. Tom quería verme desnuda… Completamente desnuda.

Al fin entendí lo que Maria había querido decir cuando me habló de la emoción que suponía estar con otra persona. La luz estaba encendida y haría que me sintiera mucho más vulnerable que en una habitación a oscuras. Pero lo único que me provocaba la idea era una excitación desbocada.

Me levanté lentamente, sin dejar de mirar a Tom, y me quité la camiseta por encima de la cabeza. A continuación, deslicé la falda sobre las caderas.

—Te toca —le dije al quedarme desnuda.

Tom se llenó la vista con mi cuerpo y mi sexo mientras se quitaba los pantalones. Llevaba unos calzoncillos negros que apenas podían contener su impresionante erección.

Cuando se los quitó, me quedé absolutamente ensimismada con su tamaño y grosor. Era mucho mayor que el miembro de Bill. La clase de pene que intentaban emular los consoladores y vibradores.

Se acercó a mí lentamente, como un felino acechando a su presa. Pero a diferencia de una presa, yo no eché a correr.



Chicas! espero esten bien!! disculpen la tardanza, pero la uni me tiene ahora mas ocupada que nunca!! me escape un momento a subirles un capi peque, espero les guste, les compenzare en el proximo!! espero lo disfruten! ahora me voy tengo una campaña que preparar xD deseenme exito! nos leemos Pronto Os quiero mucho! y disculpen la escritura "dificil de digerir" pero estoy en una etapa y en una edad en la que creo yo eh evolucionado un poco con lo que escribo, bueno contestare a sus comentarios luego MUCHAS gracias por los comentarios!! Bye!! 

6 comentarios:

  1. Mueroo.. Morii.. Esta expectacular la fic.. A mi si me gusta como escribes.. Y si lo digiero hahaha..
    Disculpa por no comentar pero recien medoy cuenta q has subido varios capitulo.. No entiendo xq no se veia en actualizacion en mi blogger.. Ahora estare muy pendiente..
    Subee pronto lo has dejado muy emocionante.. Me gustaa mucho..
    Bye cuidate XDD

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  2. OH que salvaje :$ hahahah me encanto el cap. y para mí es totalmente digerible xD
    me ecanta como escribes, eres única :D
    lo dejaste en el mejor momento! xD
    sube pronto! adios! saludos ^^

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  3. woooooooooooooooooooo me encanto el cap muy interesante y salvaje ;) sube otro xfa quiero saber que va a pasar amo la fic :)

    te deseo muchos pero muchos exitos bye cuidate besos espero que subas pronto :)

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  4. OMG !
    quiero leer mas aunque esto paresca un libro porno.
    xd
    ok no. Siguela.

    hey, aqui te dejo una fic mia espero que me sigas

    http://unaparejacom-pletamente-enamorada.blogspot.com/

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  5. No podéeeeesss dejarlo ahí hija de puta jajajajaja chghasjkhfvgashkñdfihasujkdfgdhs me encantóoooooo subi mas! Que buena historia loco, me encanta como describis todo! beso

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    1. por cierto el hija de puta no va encerio, en mi país es común perdoname si te sono muy tosco. Saludos.

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