Aquella noche
estaba decidida a ir a casa de Tom y culminar mi venganza, pero al recordar sus
últimas palabras me contuve. No quería follármelo por Bill. Mi esposo, tal vez fuera la causa, pero no quería
acostarme con Tom porque estuviera resentida. Quería hacerlo porque lo deseara.
Tal vez sólo
estuviese ganando tiempo, pero mi decisión me parecía la más sensata. Tenía que
esperar uno o dos días y comprobar si realmente quería acostarme con otro
hombre.
No le conté a Maria
lo que había pasado con Bill en los aseos del hotel. Sabía que no podría
olvidarlo, pero cuanto más hablara de ello peor me sentiría.
Mi salud mental
exigía que empezara a pensar en otra cosa.
O en otra
persona.
En alguien como
Tom, a quien le bastaba una mirada para hacerme sentir una mujer atractiva y
deseable. El sábado por la mañana seguía furiosa, triste y confundida, pero no
podía dejar de pensar en el tiempo que había pasado con Tom.
Estaba segura.
Quería volver a verlo. Quería desnudarme para él y acabar lo que habíamos
empezado. Y lo iba a hacer aquella noche.
Ni siquiera
pensé en la posibilidad de que no estuviera en casa o que estuviese con otra
mujer. Conduje hasta su apartamento esperando lo mejor.
Quería que mi
aspecto fuese irresistible, de modo que me puse una camiseta blanca y ajustada,
con un escote en «V», y una falda a juego que había comprado en las Bahamas.
Las dos prendas juntas podían pasar por un vestido, y mi propósito original
había sido lucirlas para Bill y prender la chispa del deseo. Ahora, en cambio,
las usaría para excitar a Tom.
No tuve ningún
problema en encontrar su casa ni en acceder al complejo, pues no había verja ni
guardia de seguridad.
—Edificio
número nueve —murmuré, mirando alrededor. Había por lo menos diez edificios y
todos parecían iguales, por lo que tardé un poco en dar con el apartamento de Tom.
Vi una luz
encendida en el interior y confié en que estuviera en casa. Los tacones de mis
sandalias blancas resonaban en el suelo de cemento mientras subía las
escaleras. El calzado combinaba a la perfección con el resto de mi atuendo,
ideal para estimular los bajos instintos, especialmente porque eran más de las
diez de la noche y llevaba una falda tan ajustada que casi había necesitado un
calzador.
Al llegar a su
puerta levanté la mano, pero en vez de llamar posé los nudillos en la
madera y recapacité. Quería hacerlo. Estaba segura. Por
eso estaba allí a esas horas. Pero ¿y si Tom no estaba en casa? O peor aún, ¿y
si estaba con otra?
Tenía que
arriesgarme. Respiré hondo y me dispuse a llamar, pero antes de poder hacerlo
la puerta se abrió y apareció Tom.
Sus ojos se
abrieron al verme, obviamente sorprendido. Pero no podía saber si era una
sorpresa agradable.
Se limitó a
mirarme sin decir nada. Desprendía un fuerte olor a colonia e iba vestido con
unos vaqueros negros y una camiseta ceñida, también negra, como si se fuera de
juerga a la ciudad.
Carraspeé antes
de saludarlo.
—Hola.
—Hola
—respondió él. Me recorrió el rostro con la mirada y luego la bajó hasta el
escote—. No pensé que volvería a verte —dijo con un irresistible acento Alemán.
—Bueno, es que…
he perdido mi brazalete y creo que se me cayó aquí la otra noche.
—Sí, lo
encontré en el sofá —hizo una pausa—. ¿Por eso has venido? ¿A buscar tu
brazalete?
Cambié el peso
de un tacón a otro.
—Sí.
—Voy a
traértelo —se dio la vuelta.
—Espera —lo
agarré de la muñeca antes de que pudiera alejarse—. Ésa no es la única razón
por la que he venido.
—¿No?
—No. He venido
porque… te deseo. No he dejado de pensar en ti desde que me echaste la otra
noche.
Tom esbozó una
sonrisa.
—A menos,
claro, que vayas a salir ahora.
—Iba a salir,
pero ya que estás aquí… —su voz estaba cargada de insinuación—. Pasa.
Retrocedió y yo
me moví con él, por estar aún agarrándolo de la muñeca.
—He comprado
algo para la ocasión —dijo mientras me conducía al salón y me sentaba en el
sofá.
—No sabías que
iba a venir.
—Nunca hay que
perder la esperanza.
Doblé una
pierna sobre el sofá.
—¿Qué has
comprado?
—Un vino
italiano —él seguía de pie, pero sujetándome la mano. Era una sensación muy
agradable—. Prosecco. ¿Lo has probado?
—No.
—Es un vino
espumoso y ligeramente dulce. Perfecto para un día de calor —me recorrió la
palma con el dedo—. O para una noche de calor.
Se llevó mi
mano a la boca y me besó en el interior de la muñeca, lo que descubrí que me
gustaba mucho. Después me soltó y fue a la cocina.
Me lamí los
labios y contemplé cómo se movían sus omoplatos bajo la camiseta. Su cuerpo
irradiaba una fuerza temible y poderosa, como un peligroso depredador.
Y yo iba a
acostarme con él.
Mis nervios se
mezclaban con una excitación cada vez mayor.
Tom volvió con
dos copas y me ofreció una.
—Gracias —tomé
un pequeño sorbo y distinguí un delicioso sabor a cítricos y melón—. Está
exquisito.
Tom también
bebió, sin apartar los ojos de mí. No se sentía incómodo por la situación, lo
cual era otro rasgo que me gustaba de él.
—Lo siento,
tendría que haber propuesto un brindis —se sentó a mi lado—. Por las nuevas
experiencias.
—Por las nuevas
experiencias —repetí, y los dos bebimos a la vez. Yo seguí bebiendo hasta
vaciar la copa de un solo trago. No porque quisiera emborracharme… ya había
aprendido la lección días antes… sino porque estaba lista para pasar a la
acción.
Sin soltar la
copa, me incliné rápidamente hacia delante y besé a Tom en la boca.
Él se puso
rígido un instante, pero por sorpresa más que por rechazo. Al principio lo besé
con tiento, pero poco a poco fui acuciándolo a que abriera los labios y se
entregara a mí.
—Despacio
—murmuró él, pero yo no escuchaba y seguí devorándolo con ansiedad—. Espera a
que suelte la copa.
Me detuve y
dejé que colocara su copa en la mesita. Hizo lo mismo con la mía, y antes de
que pudiera volverse hacia mí yo estaba besándole la barbilla y recorriéndole
el pecho con las manos.
—Déjame que
primero te dé placer yo a ti —sugirió él.
—Ya me lo das
—intenté desabrocharle el botón de los vaqueros—. Quiero sentirte dentro de mí…
No he pensado en otra cosa desde la otra noche.
Mis labios
volvieron a encontrar los suyos y de nuevo empecé a besarlo. En poco tiempo los
dos estuvimos gimiendo y jadeando de placer. No fui capaz de desabrocharle el
pantalón, así que posé la mano sobre el bulto que se adivinaba bajo la tela.
—Qué grande y
qué dura… Me encanta —le susurré al oído.
Apenas lo había dicho cuando me encontré tumbada de
espaldas. Tom había invertido nuestras posiciones rápido como una centella y
ahora estaba colocado entre mis piernas, apretando su erección contra mi sexo.
—¿Quieres
hacerlo a lo bestia? —me preguntó mientras me levantaba la camiseta y dejaba al
descubierto mis pechos, desprovistos de sujetador.
—Sí…
Me cubrió los
pechos desnudos con las manos y apretó sin la menor delicadeza. Los juntó y me
mordió un pezón, provocándome una descarga de placer.
—¿Quieres que
juegue con tus tetas? — me mordió el otro pezón.
Antes de poder
responderle, se llenó la boca con mi pezón y empezó a succionar con tanta
avidez que el dolor se mezclaba con el placer.
—Sí… —exclamé
entre un jadeo y otro—. Así… así…
Quería que el
sexo fuera salvaje y frenético, todo lo contrario a lo que había tenido con Bill.
El
sexo con mi esposo siempre había sido tranquilo, suave, delicado y cargado
de amor.
Y sin embargo
se había follado a otra.
Dejé de pensar
en Bill cuando Tom empezó a succionarme el otro pezón con el mismo fervor que
había devorado el primero.
—¿Te gusta?
—Sí… Sí… Pero
lo que quiero es esto —deslicé una mano entre nuestros cuerpos y le apreté la
entrepierna. Tampoco yo tuve cuidado a la hora de tocarlo, haciéndole saber que
estaba lista para su implacable delirio.
Tom retiró los
labios del pezón y me chupó y lamió frenéticamente la carne, como si quisiera
dejarme su marca. El dolor no sólo no me desagradaba, sino que me estaba
volviendo loca.
De repente se
detuvo y se desabrochó rápidamente los pantalones. Yo me subí la falda hasta la
cintura y me quité las bragas antes de posar otra vez el trasero en el sofá.
—No —dijo él—.
Quítatelo todo. Quiero que estés desnuda.
Su orden me
excitó aún más, si tal cosa era posible. Tom quería verme desnuda… Completamente
desnuda.
Al fin entendí
lo que Maria había querido decir cuando me habló de la emoción que suponía
estar con otra persona. La luz estaba encendida y haría que me sintiera mucho
más vulnerable que en una habitación a oscuras. Pero lo único que me provocaba
la idea era una excitación desbocada.
Me levanté
lentamente, sin dejar de mirar a Tom, y me quité la camiseta por encima de la
cabeza. A continuación, deslicé la falda sobre las caderas.
—Te toca —le
dije al quedarme desnuda.
Tom se llenó la vista con mi cuerpo y mi sexo mientras se
quitaba los pantalones. Llevaba unos calzoncillos negros que apenas podían
contener su impresionante erección.
Cuando se los
quitó, me quedé absolutamente ensimismada con su tamaño y grosor. Era mucho
mayor que el miembro de Bill. La clase de pene que intentaban emular los
consoladores y vibradores.
Se acercó a mí lentamente, como un felino
acechando a su presa. Pero a diferencia de una presa, yo no eché a correr.
Chicas! espero esten bien!! disculpen la tardanza, pero la uni me tiene ahora mas ocupada que nunca!! me escape un momento a subirles un capi peque, espero les guste, les compenzare en el proximo!! espero lo disfruten! ahora me voy tengo una campaña que preparar xD deseenme exito! nos leemos Pronto Os quiero mucho! y disculpen la escritura "dificil de digerir" pero estoy en una etapa y en una edad en la que creo yo eh evolucionado un poco con lo que escribo, bueno contestare a sus comentarios luego MUCHAS gracias por los comentarios!! Bye!!
Mueroo.. Morii.. Esta expectacular la fic.. A mi si me gusta como escribes.. Y si lo digiero hahaha..
ResponderEliminarDisculpa por no comentar pero recien medoy cuenta q has subido varios capitulo.. No entiendo xq no se veia en actualizacion en mi blogger.. Ahora estare muy pendiente..
Subee pronto lo has dejado muy emocionante.. Me gustaa mucho..
Bye cuidate XDD
OH que salvaje :$ hahahah me encanto el cap. y para mí es totalmente digerible xD
ResponderEliminarme ecanta como escribes, eres única :D
lo dejaste en el mejor momento! xD
sube pronto! adios! saludos ^^
woooooooooooooooooooo me encanto el cap muy interesante y salvaje ;) sube otro xfa quiero saber que va a pasar amo la fic :)
ResponderEliminarte deseo muchos pero muchos exitos bye cuidate besos espero que subas pronto :)
OMG !
ResponderEliminarquiero leer mas aunque esto paresca un libro porno.
xd
ok no. Siguela.
hey, aqui te dejo una fic mia espero que me sigas
http://unaparejacom-pletamente-enamorada.blogspot.com/
No podéeeeesss dejarlo ahí hija de puta jajajajaja chghasjkhfvgashkñdfihasujkdfgdhs me encantóoooooo subi mas! Que buena historia loco, me encanta como describis todo! beso
ResponderEliminarpor cierto el hija de puta no va encerio, en mi país es común perdoname si te sono muy tosco. Saludos.
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