La camarera
llegó con la comida y lo primero que hizo Tom fue hundir el dedo en la nata de
mis tortitas y llevarlo a mi boca. Lo chupé lenta y sensualmente. Repitió el
procedimiento y se lo lamió el mismo.
—No es tan
dulce como tú —declaró—. Pero esta nata me ha dado una idea… Si pudiera tenerte
desnuda ahora mismo, probaríamos algo muy especial.
Me estremecí
por dentro. ¿Sería capaz de detenerlo si se metía debajo de la mesa para
practicar el sexo oral?
Aparté aquella
idea tan descabellada. Ninguno de los dos se descontrolaría hasta ese punto,
pero la fantasía me excitó aún más.
Tom recogió más
nata con el dedo, me la untó en la nariz y la lamió con cuidado.
—Imagínate mi
lengua en otras partes de tu cuerpo… mucho más sensibles que la nariz.
—Cuanto más
hables, más tardarás en acabar tu comida.
Tom suspiró y
los dos nos pusimos a engullir la comida sin preocuparnos en saborearla. Al fin
y al cabo, no estábamos degustando los platos de un afamado chef. Pero aunque
así fuera no perderíamos más tiempo del estrictamente necesario para ingerir la
comida, pues ambos estábamos impacientes por devorarnos el uno al otro.
No habíamos
llegado al coche de Tom cuando ya estábamos besándonos de nuevo, como si
estuviéramos solos en el aparcamiento.
Tom interrumpió
el beso, me agarró de la mano y me llevó hacia la parte trasera del
restaurante.
—¿Qué haces?
Su respuesta
fue colocar mi mano en su erección.
—No puedo
esperar hasta que lleguemos a mi casa. ¿Y tú?
La expresión de
sus ojos no dejaba lugar a dudas sobre sus intenciones. Quería
que lo hiciéramos allí mismo. El callejón estaba oscuro,
pero en cualquier momento podría aparecer alguien…
Tom me estrechó
entre sus brazos y deslizó las manos bajo el abrigo para agarrarme las nalgas.
—¿Soy el único
que no puede esperar?
—No —le
respondí con sinceridad—. Pero ¿y si viene alguien y nos ve?
Tom me dio la
vuelta y me puso de cara a la pared.
—El riesgo es
lo que hace que sea más emocionante —me susurró con la boca pegada a mi
cuello—. Te deseo tanto que me da igual si alguien nos ve juntos —me levantó el
abrigo y gimió de sorpresa al ver mi tanga—. ¿Esto es todo lo que llevas debajo
del abrigo?
—También llevó
un sujetador.
—Quiero
follarte… Aquí y ahora.
Las piernas me
temblaron. Yo también lo deseaba desesperadamente, pero…
—¿Por qué no lo
hacemos en tu coche?
—Aquí —me tocó
el sexo con los dedos—. Estás chorreando…
No pude seguir
pensando.
—Fóllame, Tom.
No puedo esperar más.
Oí que se
desabrochaba los pantalones y sentí su brazo alrededor de la cintura. Un
momento después ahogué un grito al ser penetrada.
Tom empezó a
meter y a sacar su miembro a una velocidad endiablada. Descargué todo mi peso
contra la pared e intenté sofocar los gritos que subían por mi garganta.
En cuestión de
segundos me estaba corriendo con una fuerza arrolladora. Tom empujó hasta el
fondo y su prolongado gemido me dijo que él también había llegado.
No había tiempo
para deleitarse con el orgasmo, pues alguien podía aparecer en cualquier
momento. Me giré al tiempo que tiraba del abrigo hacia abajo y vi a Tom
subiéndose los pantalones.
Fue entonces,
habiendo satisfecho momentáneamente mi apetito sexual, cuando la realidad me
asaltó de golpe.
—Te has corrido
dentro —dije.
—Sí —admitió
él—. Quería… quería retirarme, pero…
—No estoy
tomando la píldora —me pasé una mano por la cara. No creía estar ovulando aún,
pero de todos modos…
—¿Estás
disgustada preciosa?
¿Lo estaba? Un
poco preocupada, tal vez. Pero seguramente me estaba volviendo paranoica.
—A mí no me importaría que quedaras embarazada de un hijo
mío —susurró él, acariciándome la mejilla.
—¿No?
—No.
No respondí,
pero efectivamente me estaba volviendo paranoica. No iba a quedarme embarazada.
Tom tiró
suavemente de mí y me besó con una ternura exquisita.
No sólo follaba
como un salvaje, sino que también podía ser increíblemente delicado.
—Vamos a casa —dijo—. Tengo una sorpresa para
ti.
Chicaas!! Miles y millones de disculpas, de verdad siento
haberlas hecho esperar tanto! y mas por no avisarles la razón! .... me fui de
viaje y no me dio tiempo de avisar, fue algo inesperado y donde estaba (en una
isla) no tenia acceso a internet! a parte llegue el domingo y el lunes ya tenía
clases, y para empeorarlo me han mandado miles de tareas y ya tengo exámenes de
lunes a viernes! espero disfruten este pedacito de capitulo, subiré de nuevo el
sábado o domingo para compensarlas y tratare de subir por lo menos dos veces a
la semana! Gracias por las que comentaron y a mi fiel lectora! jaja Os quiero!
Nos leemos pronto, muy pronto! y por cierto feliz navidad y año nuevo atrasado
jaja! feliz reyes feliz todo! ajaja bueno ahora si, hasta pronto! ...